La moneda
Encontraron una moneda extraña, extranjera, desde luego, y dicidieron hacer una apuesta.
Lanzaron la moneda al aire, dió cienes de vueltas antes de caer sobre la mesa, rodó tambaleándose sobre ella, superó sus márgenes y cayó sobre la silla, rebotó y cayó sobre el puf, rebotó y cayó al suelo.
La mirarón.
La muy jodida había caido de canto.
La apuesta seguía en pie.
-Cara tú, cruz yo y esta vez la lanzo yo.
Giraba y giraba en el aire. Las miradas la seguían. Esta vez rebotó contra el suelo y dió tumbos hacia la pared, y allá se quedó, de canto otra vez, apoyada sobre el zócalo. Discutieron si era ganadora y válida la cara que se veía. No se pusieron de acuerdo.
Repitieron por tercera vez el lance. Canto.
Una cuarta vez. Canto.
Esto es brujería.
Uno apostó canto, el otro no se lo creyó y apostó cruz. Al aire la moneda. giró en el suelo y ..
salió cara.
Cien veces lanzaron la moneda. Nadie ganó la apuesta.
Ya cansados, dejaron la moneda donde la encontraron.
La apuesta era ella, quien ganase sería su dueño y ella, la moneda,
ella quería ser libre.
Todo es cuestión de querer.
5 comentarios
Goreño -
Pablo -
white -
Octavia -
Un cuento muy original, estupenda carta de presentación.
Besito, compi.
Pakito -